(letra y música Sergio Gobi, 2019)
entre tanto alarido me alcanza la voz
justo cuando el satori me iba a salir
en el último instante boludo
el esplendor venéreo cedió
cada vez que me iba a salir
en el último esplendor
justo cuando boqueaba pulsando un amor
en el centro del polvo incorpóreo pensé
en un oscuro cuerpo migrante
cada vez que me iba a salir
en el último esplendor
justo cuando boqueaba pulsando un amor
en el centro del polvo incorpóreo pensé
en un oscuro cuerpo migrante
clavado en el fondo del mar
justo cuando acababa pensé
afrodita en el fondo eb el centro del mar
la sirena aletea
su voz abre un surco
en la piel de la espuma
que pone al abismo en abismo a caer
déjenme desnudo saltar
quiero ser su ínsula gris
pastorear tascando del heno
del monte de venus calipigia
justo cuando me iba habituando al fuyí
como cuerda de un arpa mulera vibré
catapulta a la ausencia del cielo
justo cuando acababa pensé
afrodita en el fondo eb el centro del mar
la sirena aletea
su voz abre un surco
en la piel de la espuma
que pone al abismo en abismo a caer
déjenme desnudo saltar
quiero ser su ínsula gris
pastorear tascando del heno
del monte de venus calipigia
justo cuando me iba habituando al fuyí
como cuerda de un arpa mulera vibré
catapulta a la ausencia del cielo
bartola de un salto a la cien
como cuerda mulera vibré
catapulta a la ausencia
de la piedra maldita alzaré mi chalet
tapizado de lánguidas tetas de amor
justo cuando me iba importando
como cuerda mulera vibré
catapulta a la ausencia
de la piedra maldita alzaré mi chalet
tapizado de lánguidas tetas de amor
justo cuando me iba importando
siquiera la vida un gurí
tapizado de tetas de amor
justo cuando un gurí
tapizado de tetas de amor
justo cuando un gurí