(Sergio Gobi)
y casi no la oí cuando me dijo
todo esto no va hacia ningún lado
ahí nomás me dijo que se iba
que se iba a vivir creo que dijo
fui corriendo al boliche de acá enfrente
la dejé preparando su equipaje
y compré una garrafa de aguardiente
la botella más grande y transparente
brindamos por la distancia y sus leyes
como actores de un drama ultramarino
y fue pasando entera la botella
de una boca a la otra junto al muelle
la vi alejarse en su fragata umbría
la postal magistral: las velas desplegadas
gritó un adiós presumo suspendida en la popa
no entendí lo que dijo porque afuera llovía
la botella vacía no me tembló en la mano
cuando el frágil velero alcanzó el horizonte
con dos dedos precisos la hice entrar por el pico
un pase magistral: barco y pasaje sanos
y tan rápidamente la tapé con el corcho
que casi no la oí cuando me dijo
todo esto no va hacia ningún lado
y después no entendí porque afuera llovía
todo esto no va hacia ningún lado
que se queda a vivir creo que dijo