(Sergio Gobi)
Trapalanda era una tierra legendaria en la que podía hallarse
una ciudad de oro. Una leyenda que fue propalada por los indígenas,
o que sólo nació de la afiebrada y desesperada imaginación hispánica.
Ezequiel Martínez Estrada
1.
estos huinca han venido a descubrir
que en su idioma se dice conquistar
conquistar para mí que es seducir
y para ellos perece es pirobar
dicen que un tatadios los mandó hacer
con un gran berretín: civilizar
si a su hijo lo hizo perecer
a nosotros nos van a hacer cagar
acá no hay plata
indios en pata
cartón y tetrabric
vacas católicas
risas alcohólicas
violando el guaminí
un mar hecho de olvido fue a perder
a estos huincas de bote en otro mar
más desierto: este arisco yuyaral
donde flotan los toldos de gnechén
será que quieren nuestros cardos
o nuestras plumas de ñandú
nuestros palacios de intemperie
el triste arpegio del tatú
tal vez de lejos no ven lo mismo
quien transa espejos piensa espejismos
ellos tienen misiles
nosotros somos miles
pelá el violín
vamo a tocar
que ya se viene Calfucurá
2.
dicen que trapalanda es todo el sur
todo toldo de acá hasta potosí
entre choelechoel y curuzú
en la pataagonía guaraní
tá en las pezuñas
de las vicuñas
y el vuelo e`la perdíz
todo lo augura:
milico o cura
mejor llamá a greenpeace
estos huincas empilchan de metal
maturrangos de biblia y pentotal
si te agarran te entran a picanear:
¿dónde está trapalanda hijo de tal?
será que quieren nuestros cardos
o nuestras plumas de ñandú
nuestros palacios de intemperie
el triste arpegio del tatú
tal vez de lejos no ven lo mismo
quien transa espejos piensa espejismos
china y malón cautivos
pronto abonando el trigo
guardá el violín
rajá de acá
rezá a tu nieto
calfucurá